Entorno
La comarca del Campo Charro (en la que se halla la finca Carrascal de Sanchiricones), se sitúa en el centro de la provincia de Salamanca, es tierra ganadera, de monte bajo, pastos y encinas, y hogar predilecto del toro bravo.
La finca Carrascal de Sanchiricones se encuentra cerca de la localidad de Vecinos y es una de las más características de esta zona de ricas dehesas, que deleita los sentidos con la armonía de sus colores y sus formas.
Sus propietarios han hecho de Carrascal de Sanchiricones toda una referencia para la ganadería de la comarca; además, junto a la belleza de esos paisajes, el visitante puede gozar de la hermosura del arte que rodea la finca en los pueblos de los alrededores.
A escasos kilómetros, se encuentra Matilla de los Caños del Río, con su ermita de la Virgen del Cueto, del siglo XVII, que todos los años invita a una popular romería por Pentecostés.
Un cohete anuncia el inicio de esta fiesta de sincera religiosidad, que aglutina a miles de personas cada año, seducidas por la creciente devoción que la Virgen suscita en el corazón de los matillenses. La ofrenda de los mayordomos es, sin duda, el momento más impresionante de esta celebración.
El amplio espacio que se extiende desde la margen izquierda del Tormes, a su paso por la capital salmantina, hasta la frontera portuguesa, son las tierras denominadas Campo Charro. Se trata de un paisaje poco apto para la agricultura y ocupado en su mayor parte por encinares y pastizales, razón de ser de su esencia ganadera. No es difícil, por tanto, ver ganado bravo en estas comarcas. Existen muchas instalaciones que pueden ser visitadas y donde se explica el trabajo habitual en este tipo de explotaciones ganaderas. La andadura por la Ribera del Yeltes y una parada en el balneario de Retortillo son otras buenas opciones para el viajero. El río Huebra también traza un perfil interesante en estas comarcas, donde a veces aparecen pequeñas ermitas como la del Cristo de Cabrera o la de Nuestra Señora del Cueto, cercana a la localidad de Vecinos y emplazada en lo alto de un cerro en medio de encinares con extraordinarias vistas. Y de recuerdo, una de las especialidades artesanas de la comarca: la filigrana charra.